El arrendamiento es una figura jurídica y económica que adoptar diversas modalidades según la naturaleza del objeto y la finalidad del contrato. A continuación revisaremos los más comunes, cada uno de los cuales, responde a diferentes necesidades, regulaciones y contextos, lo que los hace aplicables a situaciones específicas dentro del ámbito institucional.
Nuestra legislación contempla el arrendamiento de 3 puntos de vista, atendiendo a los códigos que lo norman:
Arrendar es sinónimo de alquilar. El Diccionario de la Real Academia de la lengua registra como primeras acepciones de alquilar, las siguientes: "Dar a otro alguna cosa para que use de ella por el tiempo en que se determine y mediante el pago de la cantidad convenida. Emplease más comúnmente tratándose de fincas urbanas, o de animales o muebles; otra definición es “Tomar de otro alguna cosa para este fin y con tal condición. Alquiler es el precio en que se alquila alguna cosa”.
En las compañías arrendadoras se presentan dos tipos básicos de arrendamientos que son:
Si existe una decisión del arrendador de vender el bien al término del contrato, puede establecerse una opción de compra al inicio del mismo, mediante la cual el arrendatario puede adquirir la propiedad del bien al final de su vigencia, si decidiera ejercerla.
Continuando con el caso “¿Quién paga, a quién y por qué? y con relación a tu experiencia en el Instituto, responde los siguientes planteamientos para reflexionar sobre el tema que acabamos de revisar:
- Para el caso del INE y con relación al tema de celebración de contratos de arrendamiento, ¿cuál ha sido tu experiencia?
- En todo caso, ¿por qué es importante que este tipo de contratos se encuentren ratificados ante la fe de notario público?
- Considerando tu rol y función ¿conoces los tipos de contrato de arrendamiento y el proceso para celebrarlos?
En cada planteamiento, toma nota de tus respuestas y guárdalas para que las rescates para las actividades posteriores.