En el tema B se aborda “la supervisión institucional”. A través de la revisión del caso “Coinciden desvíos con entrega de dinero a Pío”, que presenta la entrega de recursos en efectivo a empresas fantasma, que evidencian los riesgos de opacidad y corrupción que pueden minar la confianza pública y la legitimidad de las instituciones. A partir de este contexto, busca que el personal de servicio del INE analice el papel de la supervisión institucional como herramienta clave para fortalecer la capacidad operativa de sus actores principales, aprovechando las tecnologías de la información.
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Fecha de publicación: 2021.
Por Vanessa Cisneros, Valeria Durán y Lucía Vergara
La gestión pública es el comportamiento dinámico, diferenciado e intercomunicado de la administración pública, y se encarga de fortalecer la capacidad instalada que ésta tiene. De este modo, mientras que la administración pública es la institución responsable de crear y favorecer las mejores condiciones de vida con base en la igualdad, la democracia y la equidad, la gestión pública es el sistema motor que tiene a su cargo el cumplimiento efectivo de los programas públicos. Tanto las fallas como las ventajas del control y la evaluación alteran la razón sustantiva de la administración pública, porque los procesos de gestión pública no se realizan con la efectividad deseada. Al disminuir los rendimientos de la gestión pública, la administración pública incumple compromisos, retrasa programas, disminuye expectativas y afecta la lealtad que los ciudadanos tienen con ella.
Por eso, es importante que la gestión pública en cuanto articulación de técnicas y tecnologías orientadas al incremento en la calidad de los resultados finales debe tener en el control y la evaluación, los recursos que le permitan responder a la capacidad de respuesta que es propia de la administración pública.
El ángulo técnico y tecnológico de la gestión pública no debe opacar la calidad del control y la evaluación porque el contenido institucional que los caracteriza también incluye el conocimiento tácito, es decir, el que se orienta a conseguir resultados específicos. Desde el punto de vista técnico, el control y la evaluación son producto de decisiones institucionales, y de los arreglos entre los responsables de las decisiones; están comprometidos con los fines axiológicos de la administración pública, y los valores teleológicos de la gestión pública.
Por tanto, la relación de correspondencia que deben guardar es importante para que la administración pública y la gestión pública armonicen compromisos, políticas y programas. Los responsables del control y la evaluación no deben optar entre mayor criterio técnico y la importancia de los valores institucionales. Han de conjugar unos y otros para no confundir los medios y los fines. En este caso, los fines de la administración pública se relacionan con los valores de la vida pública que son los valores republicanos del poder, y los fines de la gestión pública se vinculan con las acciones que conllevan a mejorar el desempeño de las instituciones administrativas, asociando calidad, eficiencia y trato considerado a los ciudadanos en la producción de los bienes y servicios.